domingo, 22 de junio de 2014

Golpe de calor


Llega el verano. Y con él uno de los peores enemigos de nuestras mascotas. Este artículo quiere recordar la gravedad que conlleva un golpe de calor, cómo prevenirlo y tratarlo para evitar un desenlace fatal.

El golpe de calor se describe como un síndrome lesivo multiorgánico producido por un incremento significativo de temperatura corporal con pérdida de control termorregulador. Puede existir predisposición;on al golpe de calor por:

Factores ambientales:
- temperaturas o humedad relativa elevadas
- falta de agua
- ventilación deficiente

Factores médicos:
- obesidad
- parálisis laríngea
- obstrucción de vías respiratorias superiores
- cardiopatías
- trastornos del SNC
- hipertiroidismo
- convulsiones

Otros factores variables:
- episodios previos de golpe de calor
- toxinas
- fármacos
- agotamiento


La causa más frecuente del golpe de calor en perros es el confinamiento en un coche cerrado, mientras que en los gatos suele producirse al quedarse atrapados en el interior de secadoras de ropa.


El golpe de calor afecta a casi todos los sistemas orgánicos: riñón, provocando una insuficiencia renal, hígado, desarrollando un CID por alteraciones en la cascada de la coagulación, corazón, con la aparición de arrítmias e insuficiencia cardíaca por hipotensión, hipotermia, hipoperfusión y shock hipovolémico, SNC con convulsiones, edema cerebral y coma, septicemia y SRIS por una lesión en la barrera gastrointestinal que permite la entrada y colonización bacteriana, lesión muscular por necrosis de fibras que producen rabdomiólisis...
Los signos clínicos están relacionados con los sistemas afectados y el grado de lesión de dichos sistemas, que a su vez, dependen de la magnitud y la duración de la elevación de la temperatura corporal.
Los signos iniciales incluyen excitación e hiperactividad, jadeo, hipersalivación, taquicardia, mucosas congestivas, prolongación del TRC, pulso espasmódico, y aumento de la presión arterial.

A estos signos le siguen la palidez de mucosas o cianosis, hipotensión, taquipnea e hiperventilación, deshidratación y pérdidas de sangre por heces. Los temblores musculares, convulsiones, síncopes y coma suelen preceder a una parada cardiorrespiratoria.

El aspecto más importante del tratamiento es reducir la temperatura corporal.


Es importante recordar que cuando la temperatura ambiental es superior a la corporal la evaporación es el único método de disipación del calor. Si a esto le sumamos el hecho que los perros no tienen glándulas sudoríparas, los métodos de pérdida de calor corporal se vuelven sumamente ineficaces e insuficientes en condiciones de temperaturas extremas. Una medida de enfriamiento eficaz, mientras se realiza el traslado urgente al veterinario, consiste en mojar al animal con agua fresca o tibia y estimular la evaporación proporcionando circulación de aire alrededor del paciente. El agua helada o fría es contraproducente. Los enemas con agua fría o lavados gástricos con soluciones frescas no han demostrado ser eficaces. La aplicación de alcohol isopropílico puede producir intoxicación por absorción cutánea, de modo que no se recomienda.

Un error frecuente a evitar consiste en cubrir o envolver al animal con paños o toallas mojadas en agua fría. Si recordamos nuestra época estudiantil, se nos dijo que la evaporación consiste en el paso de estado líquido a gaseoso, y las partículas gaseosas siempre pesan menos, de modo que la pérdida de calor se producirá en sentido ascendente. Por lo que para favorecer la disipación del calor corporal mediante la evaporación deberá colocarse al animal encima de una superficie húmeda, nunca debajo.



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