miércoles, 21 de mayo de 2014

Madre coraje

Antes de entrar en materia, compartiendo con vosotros casos clínicos interesantes, curiosos, extraños o simplemente divulgativos, quiero contaros porque estoy aquí, en un blog.

El día 31 de diciembre de 2010, tras 7 años siendo mi propia jefa en mi clínica de Vic (Barcelona), y recién cumplidos los 36 años, me mudé a Madrid, ciudad a la que cariñosamente llamo MadriT, por la entonación que le dan mis raíces catalanas.

He estado poco más de 3 años, trabajando por cuenta ajena, generando mi propia cartera de clientes fieles y dejando una estela de calidad humana y profesional (aún a riesgo de parecer pedante, así es) en 3 centros veterinarios, de los que me llevo experiencias, conocimientos (nunca deja uno de aprender, incluso de los mediocres) y buenos compañeros.

El día 4 de diciembre de 2013 nació nuestra primera hija, una princesa de ojos azules y sonrisa perenne, por la que el mundo cambió la dirección de su eje. Al menos para mi. Martina es, y será, mi razón y mi motivo. El fruto de mi inmenso amor por Carlos y la principal causa de mi decisión: dejar el trabajo. Un trabajo que nos robaba horas de estar juntos, de compartir y de vivir. Noches de guardias presenciales, horas de sueño, teléfonos encendidos en la mesilla, madrugadas de quirófano, festivos en soledad, kilómetros recorridos, esfuerzo sin agradecimiento. Tiempo que pasaba sin recompensa. Porque el dinero, al fin y al cabo, sólo es dinero. Carlos y Martina, en cambio, lo son todo. A veces mis silencios se han llenado de dudas, pero la respuesta siempre es la misma. Mi formación, mi experiencia, se mantiene mientras no me rinda. El tiempo pasa y los libros siguen, los cursos se renuevan y el conocimiento perdura. Pero Martina crece. Y descubrir el mundo a través de su mirada curiosa es un gran regalo que la vida nos ha dado.

Vet-House nunca se ha ido de mi, ni yo de él. Y ahora quiero compartir con vosotros mis vivencias. Porque del mismo modo que nunca se fue del todo, tampoco la Madre hará tanta sombra a la Veterinaria como para apagar su luz.

2 comentarios:

Israël dijo...

Me gusta mucho.
Y en este blog, que añades vivencias y sentidos, quedará siempre como un cuaderno de notas, digital, de rápido acceso, donde podrá más adelante Martina, compartir esta bonita iniciativa!!!!

Vet-House dijo...

Gràcies Israel! M'alegra pensar que les meves paraules arriben a algú que les llegeix amb interès. Perdona per no contestar-te en castellà, però amb tu no em surt!